LESIONES COMUNES EN EL PÁDEL Y CÓMO EVITARLAS

Ni siquiera el fútbol. O el atletismo. El deporte con mayor número de federados en España es el pádel. A finales del pasado ejercicio se registraba una cifra superior a los 100.000 federados, según datos de la Federación Española de Pádel. Se estima, según esta misma fuente, que más de 2 millones de personas son practicantes asiduos de este deporte. En términos económicos se generan más de 700 millones de euros ¿A qué se debe este éxito?: es un deporte divertido; fácil de practicar; apto para todas las edades y estados físicos; y se juega en compañía de los amigos.

Estas virtudes, sin embargo, no deben enmascarar que el desarrollo de esta actividad física, como de cualquier otro deporte, exige de una cierta preparación física y muscular. En caso contrario, el porcentaje de tener algún tipo de percance físico aumentan de manera considerable, tanto en el tren superior como en el inferior. El pádel es un deporte tan completo que requiere del funcionamiento de muchos músculos del organismo.

Calzado y pista de pádel

Aparte de disponer de una aceptable condición física, el calentar de manera óptima antes de jugar un partido, así como de realizar los pertinentes estiramientos posteriores, requiere de portar un equipamiento adecuado, especialmente en lo referente al calzado. Cualquier persona que se adentre en una cancha de pádel debe emplear unas zapatillas de pádel. No vale cualquier calzado deportivo. El pádel es una actividad que exige al organismo de cierta elasticidad de movimiento y de amortiguar correctamente todo el tren inferior.

Asimismo, el jugar en una pista de pádel perfectamente acondicionada ayuda considerablemente a preservar la salud de los jugadores. ¿Cómo debe ser una pista idónea para jugar al pádel? Debe tener una base de hormigón (se recomiendan 10 centímetros de grosor) correctamente nivelada. Sobre ella, suele usarse césped artificial (monofilamento; fibrilado; o texturizado).

Otro material indispensable es la utilización de arena sílice, que impide que el césped artificial se arrugue. El mantenimiento posterior es otro factor que evaluar. Si la superficie y materiales están en buen estado, el jugador no tiene por qué lesionarse.  

Tren inferior: lesiones frecuentes

Más allá de disponer de un buen calzado y de jugar sobre una superficie bien acondicionada, cualquier persona no está exenta de sufrir alguna lesión en sus articulaciones o a nivel muscular. Si nos centramos en el tren inferior, el esguince (con un 17%) es el problema físico más común, de acuerdo con un estudio realizado por una aseguradora. Las roturas musculares (8,5%) en los gemelos son otro percance habitual en aquellos casos donde no se realiza un correcto calentamiento muscular.

Las tendinitis de rodilla (con un 6%) son también frecuentes en los jugadores de pádel. Y aunque su porcentaje es menor, algunas personas pueden ser acuciados por una fascitis plantar. Recuerden aquello de usar unas zapatillas sólo aptas para el pádel, y que en la tienda https://www.stockpadel.com/es/ te ayudarán a adquirir aquellas que mejor se adecuan a las condiciones de cada persona.

Tren superior: percances comunes

Como decíamos anteriormente, el pádel es un deporte muy completo y beneficioso para el organismo. Su practica pone en funcionamiento muchos músculos y articulaciones del organismo. El dolor de espalda, por ejemplo, es una dolencia tan incómoda como persistente en muchos jugadores de pádel. Según ese estudio, el 5,5% de los jugadores suele padecer problemas en esa zona. La temible lumbalgia hace estragos.

La tendinitis de codo, hombro y muñeca (se aconseja portar una muñequera padel que sujeta la muñeca y no sólo sirve para secarse el sudor), a imagen y semejanza del tenis, también son unos problemas que persiguen a muchos jugadores de pádel. Concretamente a un 25% de los practicantes. Al contrario de lo que sucede con las lesiones del tren inferior (ocasionadas por saltos o movimientos bruscos), en este caso, la técnica del golpeo o la forma de coger la pala suelen influir en la irrupción de estos problemas. Y, por supuesto, el material de la pala también es otro factor interesante: si son pesadas o duras aumenta el porcentaje de lesión.

¿Cómo evitar padecer una lesión jugando al pádel?

No hay una receta mágica. Cualquier médico le diría que es imposible no lesionarse practicando cualquier deporte. Centrados en el pádel, no obstante, hay diferentes consejos que pueden emplearse. Algunos ya se conocen: un buen calzado o jugar con una pala fabricada con unos determinados materiales recuden las lesiones. O realizar un buen calentamiento y estiramientos al terminar el partido. Y no olvidarse de jugar en aquellas pistas que estén correctamente homologadas.

Hay más consejos básicos, los cuales no siempre se ponen en practica y a posteriori se lamenta esa decisión. Antes de jugar, quizá convenga apuntarse a algunas clases con un profesor y completar un sportraining. Más allá de mejorar la técnica (qué también evita lesiones), se aprenderá a realizar determinados movimientos de la mejor manera posible para que el organismo no se resienta. Tener una buena preparación física es otro factor que ayuda. Beber líquidos antes del partido y cuidar la alimentación también son unos buenos compañeros de los músculos. Se reduce la fatiga muscular.