Lo vemos en nuestros descansos en una playa. O viendo un filme donde el protagonista doma una ola de dimensiones majestuosas. El surf es un deporte de verano, un deporte de películas y un deporte apto para todos si comenzamos desde abajo, apuntándonos en una escuela de surf donde recibir una formación y consejos básicos de los monitores. Descubriremos un mundo apasionando y cargado de beneficios para nuestro organismo.
Aquellas personas que practican el surf aseguran que es un deporte adictivo. Que uno no se cansa de fijarse desafíos, de tratar de disfrutar de las olas; aparte de socializar con otras personas, de conocer playas alrededor del mundo y de sentirse libres y en contacto con el agua del mar. Detrás de todo esto, el surf conlleva otra serie de beneficios, tanto en términos de salud como de nivel mental. El surf también previene el padecer algún tipo de enfermedad. El surf aburre al sedentarismo.
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Nivel físico
Como sucede con otros deportes, el surf ayuda a mejorar nuestro estado físico. A diferencia de otras actividades, estamos ante un tipo de deporte donde las articulaciones no sufren el rigor de un impacto y sí contribuye a mejorar el estado de estas, así como de ligamentos y músculos dorsales, pectorales, abdominales y de piernas y hombros. El tener que dominar una tabla y saber hacerlo en el agua hace que aumente nuestra movilidad, elasticidad y coordinación. Esto repercute beneficiosamente en nuestra vida.
Otros beneficios saludables es obtener una regulación de la presión arterial al tratarse de un deporte aeróbico; se fortalecen nuestras defensas; perdemos peso (podemos llegar a gastar más de 1.500 calorías) y evitamos que nuestros huesos se vayan debilitando a mayor rapidez en el futuro. Reducimos el tener osteoporosis.
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A nivel mental
Hacer deporte no sólo conviene por cuidar nuestro físico, sino también porque ayuda a fortalecer nuestra mente. Y esto no siempre lo tenemos en cuenta, máxime cuando puede incluirnos en no disfrutar adecuadamente de nuestra vida. La salud mental está muy de actualidad y el surf también ayuda en este propósito de un mayor bienestar.
El surf nos ayuda a reducir los niveles de estrés; a erradicar un brote de ansiedad o anular síntomas de depresión; nuestros reflejos aumentan (esa coordinación de movimientos es óptima); la actividad cerebral aumenta con una formación de nuevas neuronas y ello nos hará ser una persona más activa (no sólo en términos deportivos) y más feliz.
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¿Cómo empezar?
Convencido de la necesidad de hacer ejercicio y probar con el surf, surge esa pregunta: ¿cómo empezamos? Ya dijimos que una escuela de surf siempre nos ayudará a ir conquistando etapas. Los monitores darán las claves, pero vayan con algunos detalles ya aprendidos: escojan la tabla correcta, es decir, todo principiante elija una softboard (blanditas y manejables); un traje de neopreno; protección solar; uso de la parafina para mejorar el agarre; aprender a remar antes de comenzar a ponerse de pie sobre la tabla; comenzar por olas pequeñas e ir subiendo etapas y, por supuesto, horas de gimnasio para obtener un adecuado estado físico. Hay que tener en forma los músculos antes de adentrarse en el agua.
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